lunes, 11 de febrero de 2013

Starbucks: más que café, postres en vaso

Tengo que aceptar que para mi gusto,  los brebajes de Starbucks son deliciosos. Para mi buena suerte, son tan caros, que no pude permitirme tomarlos con la frecuencia que me hubiera gustado en el pasado. Y mucho menos ahora, que vivo con un presupuesto alimentario reducido.

Sólo conozco a dos personas que cuando van a Starbucks, piden café negro o té. Entre el resto de mis conocidos, yo incluida, lo común es pedir un Frapuccino con crema batida. Pero eso ya no es un café, es un postre en un vaso que me recuerda lo que beben los gordos en sillas voladoras que salen en la película WALL°E de Disney.


Aún así, todo el fin de semana tuve antojo de una de estas bebidas. No me la compré porque gracias a la información nutrimental que la página de Starbucks en EU tiene y mi calculadora de Weight Watchers, pude saber cuántos puntos plus tienen. Y de ahí la certeza de poder llamarlos postres en vaso, ya que mis elecciones tienen entre 30 y 45 gramos de azúcar.

Las bebidas que elegí son las que más me gustan de su menú y todas en tamaño Grande, que equivale a 480 mililitros. El té de menta también me encanta, pero ese tiene un valor de cero puntos plus así que no vale la pena ponerlo en mi selección.

  • Java Chip Frapuccino















Con crema batida y leche entera, 13 puntos. Sin crema batida y leche descremada, 9 puntos

  • Caramel Frapuccino grande















Con crema batida y leche entera, 11 puntos. Sin crema batida y leche descremada, 7 puntos


  • Caramel Machiato
 


Con crema batida y leche entera, 7 puntos. Sin crema batida y leche descremada, 5 puntos



  • Cinamon Dolce Latte 10, 5



Con crema batida y leche entera, 7 puntos. Sin crema batida y leche descremada, 5 puntos



Aunque quizá siete puntos no parezca mucho, aquí el punto es que nunca se toma una bebida de Starbucks sola. Muchas veces es el postre tras una opípara comida. O antes del entrar al cine. O acompañado de un muffin o galleta.

Con este tipo de ejercicios me queda más claro cómo es que llegué a pesar lo que peso hoy en día, pues en alguna ocasión llegué a comprarme un Caramel Frapuccino después de haber comido una Big Mac. Aquí siento como usted, querido lector, me juzga. Pero no olvide que para lograr un cambio también necesitamos reconocer qué hicimos mal en el pasado. Y yo estoy en eso, porque no quiero quedarme así.



Postres en vaso, bébelos diariamente y sé una bola con patas.


Este blog no es auspiciado de ninguna manera por las marcas sobre las que aquí se opina o por Weight Watchers México. Los escritos representan únicamente la experiencia de la autora y no sustituyen una consulta con un profesional de la salud.


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